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miércoles, 14 de diciembre de 2016

Una semana en el medio de la nada con un novio ajeno

¿Saben que es extraño? Pasar una semana encerrada en medio de la nada con el novio de tu amiga a quien previamente no conocías. O al menos eso pensaba, hasta la semana pasada que Chris llegó desde Inglaterra, mientras Eli seguía en Nueva Zelanda. Creo que sintió pena por mí y mi soledad, y por eso vino a hacerme compañía desde antes.

Tiene una personalidad muy suave, muy dulce y calma. Es de esas personas que difícilmente te desagradarán. Recuerdo que llegó con comida, una botella de vodka y películas de terror ¿Cómo no iba a agradarme? 

No recuerdo que comimos aquella tarde, pero posiblemente era carne. Había estado viviendo a base de vegetales y pasta por más de una semana y ya me hacía falta. Después de eso comenzamos a beber mientras veíamos videos musicales. La verdad es que no tengo resistencia alguna hacia el alcohol. No pasó mucho tiempo antes de que se me subiera un poco y comenzara con el karaoke. Sabía que había perdido la batalla contra la borrachera cuando bailé. Y en algún punto de la noche también lloré, porque tiendo a ponerme más emocional. Pobre hombre, lo que tuvo que ver. Y fue tan bueno al sujetar mi cabello en el baño... dos veces. No es de sorprenderse que a la madrugada siguiente tuviese un dolor de cabeza descomunal. Vaya forma de presentarme con el novio de mi amiga.

Desayuno que preparó a la mañana siguiente, nunca había visto algo así

Al día siguiente fuimos a Armagh a hacer las compras y ver a Ruxandra, una chica rumana que también está haciendo su doctorado en astrofísica, todos son astrofísicos y yo sólo soy una sin techo hahaha La idea para llegar era tomar el autobús. Yo sabía que a esa hora no pasaba y que tardaría mucho, pero no dije nada porque quería hacer dedo hasta la ciudad. Es más divertido... y gratis. Aunque yo tenía la tarjeta del autobús de ami amiga, así que técnicamente para mi sería gratis no importaba que. Hago dedo porque me gusta, es divertido, interesante y amo conocer gente. Finalmente un auto se paró y un polaco nos llevó hasta la ciudad. Este lugar está lleno de ellos.

Los demás días fueron monótonos, pero no la pasé mal. Salimos a caminar en la tarde cuando los caminos estaban completamente obscuros. En una ocasión que caminábamos por el parque Gosford escuchamos como unos perros chillaban. Estuvimos un buen rato parados en la oscuridad y no paraban de chillar, el sonido era tan horrible que se me había erizado la piel. Había luces de un automóvil pero no nos atrevimos a investigar, no creo que sea buena idea hacer eso en un lugar donde todos tienen armas.

Tuvimos otras caminatas a las que fuimos mientras aún había luz de día. Fuimos a Markethill a hacer compras y tuvimos que caminar más de 3 kilómetros con bolsas llenas, mis brazos me estaban matando, y eso que yo llevaba la mitad del peso que Chris cargó.







En estos días me quedó claro que a Chris le gusta escalar

Los días en la casa consistían en cocinar, ver películas y beber. Una noche fue de white russian, pero no pude tomar mucho ya que me calló muy pesado. Tuvimos una noche de cidra, en la que no me embriagué porque el porcentaje de alcohol era muy bajo y mi estomago se llenó mucho antes. Y luego otra noche en la que sólo tomé blowjobs hahaha hicimos muchas bromas con eso. Es baileys, kahlua, amaretto y crema batida. Que mala influencia es este chico haha

Ayer en la noche llegó Eli de Nueva Zelanda. Ellos tienen una relación a larga distancia y no se pueden ver cada vez que quieren, por lo que he decidido pasar mis días en Armagh con Ruxandra, en Belfast y en Derry. Hora de volver a viajar, ya ha sido mucha hibernación, aunque el invierno ni siquiera haya comenzado oficialmente.


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